martes, 14 de febrero de 2017

LA NOVELA EUROPEA EN EL SIGLO XVIII


1. Introducción

( En el siglo XVIII domina en Europa el pensamiento ilustrado. La Ilustración es un movimiento cultural nacido en Francia, basado en la razón como forma de conocimiento. Es el llamado Siglo de las Luces)

Durante el siglo XVIII, en España apenas se cultiva la novela; sin embargo, en otras tradiciones literarias, se convierte en el género preferido por el público. Junto al relato filosófico, cultivado por Diderot o Rousseau destacan la novela libertina francesa y la novela inglesa.


2. La novela libertina francesa.

La novela libertina francesa se cultivó en Francia en la segunda mitad del siglo XVIII.  Está protagonizada por ciegos o aristócratas dominados por su apetito sexual. Se caracterizan por su ambigüedad porque aunque critica la depravación de los libertinos, también justifica filosóficamente su conducta amoral. Ejemplos de ella son Las amistades peligrosas, de Choderclos de Laclos, y las novelas del marqués de Sade.

· Choderclos de Laclos: Las amistades peligrosas

La principal obra de Choderlos de Laclos es Las amistades peligrosas (1782), una novela epistolar en la que la narración se relata a través de las cartas que se intercambian los personajes a lo largo de cinco meses. 

La obra está protagonizada por dos libertinos rivales: la marquesa de Merteuil y el vizconde de Valmont. Incitado por la marquesa, Valmont se propone conquistar a la virtuosa y puritana madame de Tourvel y a la jovencísima Cecilia Volanges. Cecicilia, enamorada del caballero Danceny, es la prometida del conde de Gercout, un antiguo amante de madame Merteuil del que esta quiere vengarse.

El desenlace tiene carácter moralizante: Valmont consigue su propósito, pero se enamora de madame de Tourvel y muere en duelo con Danceny; Tourvel se deja morir, devastada por el dolor y la culpa; y la viruela desfigura el rostro de la marquesa, a quien la sociedad parisina rechaza cuando se hacen públicas sus intrigas.

· El marqués de Sade

Las novelas del marqués de Sade (Justina o los infortunios de la virtud, Las ciento veinte jornadas de Sodoma) se caracterizan por la descripción explícita y minuciosa de orgías protagonizadas por aristócratas o clérigos degenerados, cuya relación con sus víctimas se basa en la violencia y la dominación. Estas escenas se alternan con pasajes descriptivos en que los libertinos justifican sus comportamientos aberrantes desde un determinismo materialista (doctrina filosófica según la cual el comportamiento humano no depende de la libertad individual, sino que está sometido inexorablemente a las leyes del mundo físico).

Sade (de cuyo nombre procede la palabra sadismo) pasó largos años en prisión a causa de su vida  licenciosa y del escándalo producidos por sus obras Su figura será reivindicada ya en el siglo XX por los surrealistas, que vieron en él un precursor.



3. La novela inglesa

El siglo XVIII constituye un periodo de esplendor de la narrativa inglesa, conocido como “the rise of the novel” (“el resurgimiento de la novela”). En este fenómeno concurren factores literarios ( la influencia de Cervantes y la novela picaresca española) y socioeconómicos (el auge de la burguesía; el desarrollo de un pujante mercado editorial;  el aumento del número de lectores y, sobre todo, de lectoras). Sus principales representantes son: Daniel Defoe (Robinson Crusoe), Jonathan Swift (Los viajes de Gulliver), Samuel Richardson (Pamela), Henry Fielding (Joseph Andrews) y Laurence Sterne (Tristam Shandy).

· Daniel Defoe: Robinson Crusoe

El Robinson Crusoe (1719) de Daniel Defoe es una autobiografía ficticia inspirada en la historia real de un marinero escocés que naufragó en el archipiélago de Juan Fernández (Chile). Robinson, un próspero comerciante, pasa veintisiete años en una isla desierta, sobreviviendo gracias a las herramientas que rescata del barco en que viajaba.//Tras sobreponerse a la desesperación inicial, el protagonista construye un hogar, caza animales y cultiva la tierra; todo ello mientras lee la Biblia y escribe un diario. La aparición de salvaje Viernes, al que Robinson ilustra y convierte al cristianismo, permite al autor reflexionar sobre la educación, la religión, la sociedad o el sentido de la vida. //La idea central de la novela es el sometimiento de la naturaleza por parte del ser humano, que, por medio de la razón, el esfuerzo y el trabajo, puede civilizar el entorno y construir un sistema de producción rentable y ordenado.

· Jonathan Swift: Los viajes de Gulliver

La principal obra de Jonathan Swift es Los viajes de Gulliver (1726), un falso libro de viajes estructurado en cuatro secciones, que reproducen la secuencia de travesía, naufragio, descubrimiento de un lugar fantástico  regreso:
      §  Liliput. Los liliputienses son doce veces más pequeños que Gulliver. El contraste entre su insignificancia y el alto concepto que tienen consigo mismos los convierten en una metáfora burlesca de la condición humana.
      §  Brobddingnag. Sus habitantes son gigantes compasivos y civilizados. Con ellos, Gulliver toma conciencia de su nimiedad.
      §  Balnibarbi, sobre el que gravita la isla de Laputa. Habitada por pensadores ajenos a la realidad y absortos en modelos matemáticos, permite a Swift burlarse de los excesos de la ciencia. En la isla de Glubbdubdrib, tras conversar con grandes hombres de la Antigüedad, descubre que unos comentaristas han tergiversado la historia, atribuyéndoles falsas virtudes. Después, va a la isla de Luggnagg, donde nacen personas inmortales, que padecen interminables achaques y aflicciones.
       §  País de los houyhnhnms. Sus habitantes son caballos que encarnan un ideal de racionalidad y convivencia, en contraste con los yahoos, seres humanos de características físicas y morales repulsivas, símbolo de la verdadera naturaleza humana, que abocan al protagonista a la misantropía.
Son dos los objetivos de esta obra:
       §  Parodiar, a la manera cervantina, los libros de viajes, género de gran éxito en la época, que fomentaba la credulidad y una absurda fiebre por todo lo nuevo.
       §  Realizar una feroz sátira de la sociedad inglesa contemporánea y, en última instancia, de la condición humana.


· Samuel Richardson: Pamela

La novela Pamela o La virtud recompensada (1740), de Samuel Richardson, cuenta la historia de una sirvienta, Pamela Andrews, a quien Mr.B., hijo de sus amos, pretende seducir. Llega incuso a raptarla, pero Pamela se resiste a mantener con él relaciones ilícitas. Finalmente, Mr.B., vencido por la inquebrantable rectitud de la joven, acepta casarse con ella. 

Pamela es una novela epistolar: el lector se asoma al mundo interior de la protagonista por medio de las cartas que esta envía a sus padres. Así, su principal aportación es el descubrimiento de la intimidad femenina como material narrativo.


· Henry Fielding: Joseph Andrews

Henry Fielding realiza en Joseph Andrews una parodia de Pamela de Samuel Richardson, que había obtenido un éxito formidable. 

La novela relata las peripecias de Joseph, un criado que abandona la casa donde sirve tras rechazar las insinuaciones de su señora, lady Booby. De regreso a casa, acompañado por el pastor Abraham Adams, se suceden diversas aventuras. Al final, Joseph se casa con su amada Fanny, tras descubrir que es hija de nobles. Todo ello se narra en tono humorístico que contrasta vivamente con el sentimentalismo de la novela de Richardson.

En la portada de la primera edición, Fielding añadió tras el título: “Escrita en imitación de la manera de Cervantes, autor de Don Quijote”. Los ecos cervantinos son numerosos: además de la intención paródica:, Joseph y Adams forman una pareja itinerante semejante a don Quijote y Sancho Panza, en cuyo periplo cobran importancia las ventas o posadas. Como en el Quijote, se introducen personajes de otras novelas: Joseph es hermano de Pamela, la heroína de Richardson, que se hace presente al final de la obra, de igual forma que en la segunda parte del Quijote aparecía el personaje de Álvaro Tarfe, tomado del Quijote de Avellaneda.


· Laurence Sterne: Tristam Shandy

La novela de Laurence Sterne, Vida y opiniones del caballero Tristam Shandy, o Tristam Shandy adopta la forma de una autobiografía paródica, en la que el narrador protagonista interrumpe su relato con constantes reflexiones y anécdotas protagonizadas por otros personajes (su padre, su madre, el tío Toby, el criado de este, el párroco Yorick…). La obra sugiere, así, la imposibilidad de ofrecer una narración articulada y coherente de la propia vida. 

Tristam Shandy se caracteriza por la inclusión de constantes digresiones, por la experimentación formal (gráficos, capítulos en blanco o de una sola frase, una página en negro, otra que imita el mármol…) y por las divagaciones de la voz narrativa, en las que se ha querido ver un antecedente del monólogo interior contemporáneo.




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